El callejero ecijano durante la II República

Karl Marx

En nuestra última pregunta sobre Historia de Écija lanzábamos la cuestión sobre cómo se conocía a la Plaza de Santa Cruz durante la II República y dábamos tres opciones. Pasados los días de votación éstos han sido los resultados. Un 16% consideró que Plaza II República era la opción acertada, un 34% apuntó a Plaza Karl Marx y la opción Plaza Libertad y Progreso alcanzó el 50%. No obstante, la respuesta correcta era Plaza Karl Marx.

Así se conoció a este espacio público durante los años de vigencia de la II República. De hecho, la proclamación del nuevo régimen supuso una absoluta transformación del callejero de la ciudad. Por ejempo, igual que la Plaza de Santa Cruz recibió el nombre del autor de El Capital, la Plaza de España pasó a denominarse Plaza de la II República y la Plaza de Santa María se conoció como Plaza de la Libertad. El nomenclator ecijano se transformó con la llegada del régimen republicano. 

Fermín Galán y Ángel García Hdez.

Algunas calles recibieron el nombre de presidentes de la I República: Pi y Margall (calle Del Conde) y Nicolás Salmerón (calle Carreras). Otras el de históricos republicanos como el escritor valenciano Vicente Blasco Ibáñez (calle Ancha), Gíner de los Ríos (avenida de La Calzada) fundador de la Institución Libre de Enseñanza, Joaquín Costa (calle Santa Ángela de la Cruz) gran representante del movimiento regeneracionista o el fundador del PSOE, Pablo Iglesias (avenida de La Victoria).

A estos hay que sumar también los cambios efectuados en el callejero para reconocer a aquellos más activos en la lucha por la República. Aunque no llegó a hacerse efectivo, la Corporación Municipal aprobó rotular como "Mártires de la Libertad" a la calle Cava. Sí se recordaron a los héroes de la sublevación de Jaca que en diciembre de 1930 habían protagonizado un golpe de estado fallido para acabar con la monarquía de Alfonso XIII. Parte de la actual plaza de Puerta Cerrada se nominó Galán y García Hernández, y la avenida María Auxiliadora como avenida de Jaca.

Fuente: MARTÍN OJEDA, M. Los nombres de las calles de Écija. Écija: Asoc.Cultural Martín de Roa, 2007

La alcabala, el gran impuesto real.

Alfonso XI.

Sin duda, uno de los impuestos más importantes durante la Edad Media y la Edad Moderna estaba representado por las alcabalas. Muy posiblemente, siguiendo la etimología de su nombre, la alcabala fuera un impuesto de origen musulmán que, después de un periodo limitado al ámbito local y gestionado por los concejos municipales, se terminó por convertir en un tributo real. En realidad, era el impuesto más importante de la Hacienda Real en la Corona de Castilla desde que Alfonso XI consiguió su cesión, primero por tres años, más tarde a perpetuidad.

Este impuesto se centraba en el gravamen sobre ventas y consumo, aunque existían múltiples excepciones, además de que en ocasiones se convirtieron en tributos privados ya que los nobles, bien por concesión del monarca (las famosas mercedes enriqueñas con Enrique II o, posteriormente, con Enrique IV), bien por usurpación, se hacían con ellas. Además, lo habitual era el arrendamiento de estos impuestos asegurando el cobro de los mismos. No era extraño que las arrendaran en masa a una sociedad formada por varias personas y que, posteriormente, se subarrendaran en cantidades menores.

Maravedí del siglo XIV.

A través del Cuaderno de Alcabalas de Écija que se conserva en el Archivo Municipal de Écija nos aporta información sobre este impuesto en nuestra ciudad. Existían numerosas alcabalas, sobre aceite, algodón, bestias, sal, queso, lana, zapatería,...Las más altas, aquellas que superaban los 200.000 maravedies, se centraban en productos del sector primario, sobre todo, carne, aceite, algodón y pescado.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA.
KIRSCHBERG, D., : "Rentas reales en Écija: las alcabalas de 1514" en ACTAS DEL III CONGRESO DE HISTORIA DE ÉCIJA. ÉCIJA EN LA EDAD MEDIA Y RENACIMIENTO. Sevilla: Ayto. de Écija, 1993.
GARCÍA ULECIA, A., :"El papel de los corredores y escribanos en el cobro de las alcabalas" en HISTORIA, INSTITUCIONES, DOCUMENTOS, 13. Sevilla: Universidad de Sevilla, 1986.
MITRE, E.,: La España Medieval. Madrid: Istmo, 1999.

Una joya oculta al visitante.

Oculta para el visitante ocasional de nuestra ciudad, la portada barroca a la que hoy nos referimos pasa desapercibida para el propio vecino de la localidad que acostumbrada a ella no detiene su mirada en valorar su belleza. La portada de la calle Aguabajo, número 6, pertenece a una casa-palacio del siglo XVIII, hoy en día convertida en un núcleo residencial, aunque conservando su maravillosa entrada.

Construida en ladrillo cortado, muy posiblemente fue elaborada por el círculo de los Ruíz Florindo, alarifes que desarrollan su trabajo principalmente en la vecina Fuentes de Andalucía, aunque su labor se extiende, además de a Écija, a otras ciudades como Marchena, Osuna o Palma del Río.

La puerta adintelada se enmarca con decoración en forma de estípites, elemento muy habitual en los trabajos de la familia Ruíz Florindo. Los ladrillos se disponen de modo avitolado, es decir, destacando las líneas horizontales entre cada ladrillo pero casi eliminando las juntas verticales. El cuerpo superior está ocupado por un balcón central cuyo vano es trilobulado, dotando al conjunto de una línea sinuosa que se continúa en las decoradas ménsulas que lo flanquean. El ático de la portada aparece superado por tres pirámides.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
 HDEZ. DÍAZ, J., SANCHO CORBACHO, J., y COLLANTES DE TERÁN, A.: Catálogo Arqueológico y Artístico de la Provincia de Sevilla. Sevilla: La Gavidia, 1939
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