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1TWEET: "Hoy nuestro blog Écija Historia cumple cuatro años" (04/03/16)

jueves, 22 de mayo de 2014

Doña María Coronel y la Aceña del Batán.

En 1315, Doña María de Molina, esposa de Sancho IV, madre del fallecido Fernando IV y abuela del monarca reinante Alfonso XI, donó a su despensero mayor, el judío don Moisés "una canal yerma para en que fagades açenna de pan de moler" junto al río Genil "en la casa que dizen del Batan". Una aceña era un molino de río del tipo de rueda vertical, similar al que se conserva en el río Guadalquivir a su paso por Córdoba y a otros similares con las que lindaba en la ribera del Genil y que también habían sido donadas por doña María de Molina, como la de Urraca Martínez que terminó en manos de Yusuf de Écija o la de Cuatro Piedras, propiedad de Nuño Pérez, abad de Santander.

Después de construida la aceña, en 1325 don Moisés la vendió en Valladolid por 3.000 maravedíes a doña María de Novoa, abuela materna de doña María Coronel, una de las figuras más famosas de las tradiciones y leyendas de Sevilla. En el contexto de las luchas nobiliarias del periodo bajomedieval, tanto el padre como el esposo de doña María Coronel mueren decapitados por orden del rey Pedro I, contra el que se habían sublevado.

Doña María Coronel pierde su familia y su patrimonio, y según cuenta la leyenda, perseguida por el monarca, se refugia en el convento de Santa Clara. Con la llegada al trono de Enrique II, Doña María consigue recuperar parte de su patrimonio y decide fundar un nuevo convento, el monasterio de Santa Inés en Sevilla, al que dona, como recogen documentos conservados en el monasterio, parte de sus bienes recuperados, aunque no incluía la aceña del Batán.

El molino se incorpora a las posesiones del monasterio a la muerte de su fundadora alrededor de 1409 pero nohabrá noticias nuevas sobre el molino hasta el último tercio del siglo XV, coincidiendo con la polémica surguida en el seno de la Orden sobre la concepción de la Regla de San Francisco. El monasterio pasa a depender del Ministro General de la Orden en Roma donde se toman varias decisiones importantes, como el nombramiento como abadesa de Isabel de Guzmán por el Papa Sixto IV. Precisamente, Luis de Valbuena, un trotero al servicio de la nueva abadesa, recibe del Ministro General de la Orden Franciscana una carta confirmando contrato por el que el Monasterio de Santa Inés arrendaba al trotero el molino por dos vidas. Tres años más tarde, en 1475, recibirá carta del Papa Sixto IV aprobando la cesión por tres vidas, según un Inventario de 1479, como pago por su "ydas que fue a Roma por doña Ysabel, abadesa de dicho monasterio".


Las noticias sobre la aceña y su vinculación al monasterio sevillano de Santa Inés desaparecen a partir de la muerte de Luis de Valbuena en 1492, cuando el molino pasa a manos de Pedro de Alés en las mismas condiciones aunque deja de aparecer en los sucesivos inventarios que se confeccionan en las décadas siguientes, posiblemente perdida por el convento como ocurrió con otras propiedades en el Aljarafe, Carmona o Huelva.


BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA.
RODRÍGUEZ LIÁÑEZ, Laureano, La aceña del Batan: una propiedad en Écija del monasterio sevillano de Santa Inés en  Écija en la Edad Media y Renacimiento. Sevilla: Ayto.de Écija, 1993.

lunes, 12 de mayo de 2014

Páginas ÉcijaHistoria (VIII): Nuevas Poblaciones.

Microespacio radiofónico de Cope Écija dedicado a la Historia de nuestra ciudad: patrimonio, curiosidades, ecijanos con historia,...

sábado, 10 de mayo de 2014

Convento de la Visitación de Santa Isabel.

A raíz de la marcha de las madres filipenses de nuestra ciudad a finales del 2013 y de las dudas que se han despertado en Écija (Pleno del Ayuntamiento incluido) sobre el futuro del patrimonio mueble e inmueble del convento, hemos decidido publicar unos breves apuntes sobre la historia y el patrimonio de este edificio.

 La historia comienza durante el siglo XV en las proximadades de la iglesia de Santiago, en la calle Emparedamiento, donde  existía una casa de acogida de "mujeres descarriadas". Desaparecida, en el siglo XVI, el padre jesuita Herrera, de misión en Écija para fundar la primera casa de su orden en la ciudad, consiguió reabrir la casa de acogida en otra ubicación, a las afueras de la ciudad, cercana a la Puerta del Agua. En 1570 se trasladaron a la ubicación actual en la calle Recogidas y no terminada la década comenzó a levantarse la iglesia en estilo gótico-mudejar, de la que se conserva el artesonado en la techumbres.

En ese mismo siglo, la iglesia tomó la advocación de Visitación de Santa Isabel coincidiendo con la decisión de Doña Francisca de Eraso de financiar la fundación de mínimas franciscanas. A principios del siglo XVIII, las monjas del convento de Visitación de Santa Isabel decidieron acogerse a las reglas de San Francisco de Paula, ofreciendo iglesia, convento y casas aledañas a la orden. Con el dinero legado por Doña Francisca de Eraso (unos 1.000 ducados) se erigen el arco triunfal que une presbiterio con resto de la iglesia, campanario y decoración en yesería de coro, refectorio y sacristía.

El siglo XIX, como para la gran mayoría de comunidades religiosas en España fue complicado por mor de las desamortizaciones. En el caso de este convento, el Gobierno Civil de Sevilla decretó en agosto de 1855 el traslado de las mínimas al convento de Consolación de Sevilla. Casualmente, o no, la orden de traslado coincidió con la enfermedad de varias de las religiosas con lo que se suspendió la orden, solicitándose también por el cabildo ecijano que temía que el conde de Luque reclamará el edificio como parte del patrimonio familiar. Finalmente, en 1933 se extinguió la orden de mínimas. En 1938 llegaba al convento la Congregación de María Santísima de los Dolores y San Felipe Neri que se mantuvo hasta el año pasado.

Tan importante como su historia es el patrimonio que actualmente cobija en su interior. Destacan especialmente las obras relacionadas con Pedro Roldán. En el retablo principal de estilo neoclásico dedicado a la Virgen de los Dolores, se conserva un relieve del genial escultor barroco dedicado a la Visitación de Santa Isabel y que probablemente procedía del retablo que se concertó en 1698 con Cristóbal de Guadix. También al círculo roldanesco se atribuyen varias esculturas de diferentes tipologías (Jesús Flagelado, Crucificado, Jesús Nazareno,...).

Entre las obras artísticas ha sido noticia en las últimas semanas, una pintura al óleo de Jesús Abrazado a la Cruz puesto que la Hermandad del Silencio ha conseguido autorización para que se trasladada a la Parroquia de Santa Cruz junto con sus Titulares. La relación de la pintura con la hermandad es bastante clara ya que representaría una de las visiones de la noble Sancha Carrillo, que dió lugar la fundación de la hermandad en el siglo XVII.

El convento de la Visitación de Santa Isabel supone, por tanto, una parte muy importante del vasto patrimonio histórico y artístico de nuestra ciudad cuyo futuro, con la marcha de "las filipensas" navega al menos en un mar de dudas.






BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA.
www.iaph.es
CALDERO BERMUDO, JOSÉ ENRIQUE, Guía de los Coventos Ecijanos. Écija: Amigos de Écija, 1984.
HERNÁNDEZ DÍAZ, J, SANCHO CORBACHO, A y COLLANTES DE TERÁN, Fco., Catálogo Arqueológico y Artístico de la Provincia de Sevilla. Sevilla: Diputación de Sevilla, 1951
 




lunes, 5 de mayo de 2014

Páginas Écija Historia (VII): grupos sociales en Al-Andalus.

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