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lunes, 28 de septiembre de 2015

Indiana Jones: En busca del Arca Perdida

Título original: Indiana Jones: Raiders of the Lost Ark
Año: 1981
Duración: 115 minutos 
Nacionalidad:  Estados Unidos
Director: Steven Spielberg
Reparto: Harrison Ford, Karen Allen, Paul Freeman, Ronald Lacey, John Rhys-Davies
Guión: Lawrence Kasdan, George Lucas, Philiph Kauffman
Música: John Williams 
Fotografía: Douglas Locombe








¿Indiana Jones en "Una de Historia"? Está bien. Reconozcamos que no es muy histórico inventarse una tribu en Sudamérica, los obitos, cuyo nombre es homenaje al mítico Obi-Wan Kenobi de la Guerra de las Galaxias (en otra escena aparecen unos jeroglíficos de C3P0 y R2D2), ni muy real viajar en la cubierta exterior de un submarino,pero obviando todo eso...y más, Indiana Jones: En Busca del Arca Perdida es un clásico moderno que supuso la reinvención del cine de aventuras de la mano de Spielberg, el salto al estrellato de Harrison Ford  después de las primeras películas de la Guerra de las Galaxias y, si faltaba algo, la oportunidad de disfrutar de una de las mejores bandas sonoras del cine compuesta por John Williams. ¿Y qué tiene de histórico todo esto? Nada, pero es que además de todo lo dicho, el film consiguió  despertar el interés por la arqueología a varias generaciones.

El doctor Henry Jones Junior (Indiana Jones)

En 1936, el doctor Henry Jones Junior (Indiana Jones) es un arqueólogo atípico que alterna su trabajo en la Universidad con intrépidas aventuras en busca de hallazgos de antiguas reliquias que luego ofrece a los museos. De vuelta de una de sus expediciones, el gobierno norteamericano le pide que colabore en la búsqueda del Arca de la Alianza, en la que también están interesados los nazis. Los servicios secretos de Estados Unidos temen el uso que los alemanes puedan hacer hacer del tal reliquia. Para lograr encontrar el Arca Perdida, Indiana Jones emprenderá un viaje que le llevará por Egipto, Tibet,...en un singular enfrentamiento con el arqueólogo francés Beloc.

El gran despliegue alemán en un protectorado británico
Es sabido el interés de los nazis por las ciencias ocultas y la obsesión de Hitler, igual que la de otros cabecillas nazis como Himmler o Hess, por el esoterismo y el acaparamiento de reliquias a las que se les atribuían poderes extraordinarios. La cúpula alemana del III Reich estaba muy influenciada por las leyendas y mitos de organizaciones que hundían sus orígenes en la vieja Alemania y que tenían a los arios como descendientes de una raza superior. Algunos de los miembros de estas hermandades vieron a Adolf Hitler como el profeta esperado. La mitología que poseían era bastante original y en sus leyendas entraban desde objetos sagrados del cristianismo hasta la Atlántida, la civilización perdida que buscaron en el Tibet, la Antártida o en los Alpes. Esta búsqueda también incluyó la de los objetos sagrados del cristianismo pues el Führer pensaba que de ser ciertos los relatos bíblicos nada ni nadie podría frenar sus ansias de expansión. La lanza (o lanzas) de Longinos, las Calaveras de Cristal, el Santo Grial,...y, por supuesto, el Arca de la Alianza.

Arca de la Alianza
Según el libro del Éxodo del Antiguo Testamento, el Arca fue mandada construir por Moisés para guardar las tablas con los Diez Mandamientos dada por Dios al Profeta. El texto recoge con precisión las instrucciones de cómo debía ser: un cofre de acacia negra de forma rectangular revestido con láminas de oro puro y dos aros a ambos lados. Sobre la cubierta debían labrarse dos ángeles querubines arrodillados mirando hacia la tierra. El Arca quedó cobijada en el Templo de Salomón pero al volver del cautiverio en Babilonia, los judíos descubrieron que el misterioso cofre había desaparecido. En ninguna fuente se habla de que el Arca de Dios acabara en Babilonia y durante bastante tiempo la hipótesis más defendida era que hubiera sido tomada por el farón Sesonq I, que invadió Judá, tomó varias ciudad y controló Jerusalén.

Indiana Jones excavando en Tanis
En la película "En Busca del Arca Perdida" se sigue esta teoría puesto que el Arca Sagrada es descubierta en la ciudad de Tanis, en Egipto. Tanis fue una ciudad próspera en Egipto durante la época de los reyes pastores y, posteriormente, tras un periodo de olvido, durante la XIX Dinastía. De hecho, durante el reinado de las Dinastías XXI y XXIII fue la capital de Egipto, centro de un importante comercio de lino. En un principio se pensó en Tanis como Pi-Ramsés la capital construida por Ramsés II en el delta del Nilo, en parte por la gran cantidad de monumentos con el nombre de Ramsés II en sus jeroglíficos, aunque hoy parece descartada porque la mayoría de monumentos fueron trasladados con posterioridad. En el interior de la ciudad de Tanis se encuentran varios templos, uno de ellos el gran Templo de Amón, varios obeliscos y las tumbas de los faraones de las dinastías XXI y XXII.

En definitiva, la saga de Indiana Jones  son entretenidísimos (al menos, los tres primeros) films de aventuras pero ni la primera ni ninguna de las películas de Indiana Jones pueden tomarse como referencia histórica. De hecho, sólo en "En Busca del Arca Perdida" podemos comentaros varios gazapos históricos. Por ejemplo, en una de las secuencias en las que aparece un mapa, en el mismo están los estados de Irak, Irán y Tailandia. En el caso de los dos primeros, formaban parte por aquel entonces de Persia y en cuanto a Tailandia, aún se llamaba Siam. En varias ocasiones los actores utilizan armamento que aún no se había inventado o  en un modelo distinto al alemán, como un lanzacohetes soviético. Y, por último, un gazapo más que evidente: hasta 1953 el estado de Egipto, donde transcurre la mayor parte de la película, se encontraba ocupado por los británicos por lo que parece fuera de toda lógica que los alemanes pudieran desplegar tal número de fuerzas militares en territorio británico.

Aunque está ambientada en 1936 aparecen Irak e Irán que formaban Persia

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