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1TWEET: "Hoy nuestro blog Écija Historia cumple cuatro años" (04/03/16)

martes, 21 de febrero de 2017

El porqué de una calle Nueva

El siglo XIX, desde el punto de vista urbanístico, es una etapa de apertura de grandes avenidas que pretendían la modernización de las ciudades y su adaptación a los nuevos tiempos. Durante este siglo se realizan la reforma urbanística de Haussman en París y en España los ensanches de Madrid planeado por Carlos María de Castro y de Barcelona por Ildefonso Cerdá. También a Écija llegaron estos nuevos planes urbanísticos y desde mediados de siglo se estudiaba la necesidad de abrir una nueva vía que mejorara la comunicación en el centro de la ciudad.

Aunque hacia 1850 ya se había planteado la posibilidad de abrir una nueva calle desde la Plaza Mayor hacia el Parque de San Pablo, el proyecto por el que finalmente se optó transcurría hacia el Cerro de la Pólvora. Las discrepancias personales y los problemas económicos retrasaron el inicio de las obras desde 1877 hasta 1883, cuando se dió el visto bueno al proceso de expropiaciones. Los objetivos eran claros: facilitar el tránsito de los carruajes hacia el interior de la ciudad, mejorar las condiciones higiénicas de la ciudad y, por último, reducir la distancia entre los puntos más alejados.


El proyecto definitivo que concluiría con la inauguración de la Avenida Miguel de Cervantes en 1912 mostraba varias ventajas. Con respecto a los gastos necesarios para la expropiación de bienes inmubles, en este área se concentraban varios solares propiedad del Ayuntamiento, además que comparada con otras posibilidades, el precio resultante era menor. Aún así, se intentaría ocupar el menor espacio posible de cada una de las propiedades.

Las razones de higienes también se tuvieron en cuenta. Hasta ese momento, en los meses de verano la atmósfera en la Plaza Mayor era denso y casi irrespirable debido a la ausencia de calles más amplias que provocaran corrientes de aire que "purificaran" el aire concentrado en la plaza principal y que no en pocas ocasiones hacía que los habitantes abandonaran el centro de la ciudad por el ambiente insalubre que se respiraba.

Por último, estaba las mejores de comunicación. Hasta la apertura de la Avenida Miguel de Cervantes, desde el sector sur el acceso a la plaza del pueblo sólo se podía realizar por dos calles estrechas: la calle Cintería y la actual calle Virgen de la Piedad. Evidentemente, ninguna de ellas era propicia para el paso de los carruajes al centro comercial de la ciudad por lo que abrir en el trazado urbano una avenida agilizaría la llegada de los transportes al centro urbano.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
www.iaph.es
LÓPEZ JIMÉNEZ, Clemente: Más allá de la ciudad barroca. La morfología urbana de la Écija contemporánea. Sevilla: Diputación de Sevilla, 2016
MARTÍN SOLER, Antonio, "La Plaza Mayor de Écija en la segunda mitad del siglo XIX" en Actas del V Congreso de Historia de Écija. Écija: Ayto.de Écija, 2000.
MÉNDEZ VARO, Juan: La Avenida Miguel de Cervanes. Écija: Asociación Amigos de Écija, 2011 
SAN MILLÁN GALLARÍN, Carlos,  "Actuaciones sobre el recinto amurallado de Écija en los siglos XIX y XX y incidencia en la etructura urbana". en Actas del V Congreso de Historia de Écija. Écija: Ayto.de Écija, 2000.

miércoles, 25 de enero de 2017

La repoblación cristiana de Écija

Hacia el año 1240 la ciudad de Écija es conquistada por Fernando III. Los habitantes musulmanes firmaron una capitulación con la que se aseguraban ciertas ventajas: mantener sus propiedades en la ciudad, conservar su status jurídico, su religión,...La entrega del alcázar de la ciudad simbolizó el fin de la etapa musulmana de Écija. Fernando III cedió la fortaleza a su heredero, el infante Don Alfonso quien , a su vez, se la entregó a su amigo Don Nuño González de Lara. La situación se mantuvo igual hasta cuarenta años más tarde cuando Alfonso X puso en marcha la definitiva ocupación de la villa con pobladores cristianos.

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Écija fue reconocido como señorío de realengo, es decir, lugar dependiente directamente del Rey quien entregó la villa a su esposa, Doña Violante. De hecho el alcalde de la villa, un tal Don Simón, lo era como representante de la Reina. Los repobladores de la villa fueron clasificados en grupos diferentes teniendo en cuenta su origen y su especialización militar. Aunque la mayoría formaban parte del pueblo como "peones", también participaron en el reparto un notable grupo de caballeros hidalgos y de caballeros ciudadanos. Estos últimos no eran nobles pero tenían recursos suficientes para mantener su caballo. En menor medida se encuentran sodados profesionales como los almogáraves o los adalides.

Para proceder al reparto y repoblación de la ciudad, se constituyó una comisión integrada por Martín de Fítero, arcediano de Córdoba; Juan López, escribano real; y el ya mencionado Don Simón, alcalde de la ciudad. Las tareas a realizar fueron varias. Se dividió la zona urbana en cuatro partes que, en realidad, venían a coincidir con los cuatro cuadrantes resultantes del cruce de las dos vías principales que se habían conservado de época romana. A cada parte le correspondió una de las parroquias: Santa Cruz, Santa María, Santa Bárbara y San Juan. Posteriormente, se procedería al reparto de casas entre los nuevo pobladores y, alejándonos poco a poco del centro urbano, a señalar el "término de la legua" - un círculo trazado alrededor de la ciudad con una legua de radio -, las treinta y dos aldeas que se organizaron en el término de Écija y la delimitación de dicho término con respecto a las otras villas colindantes.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
MITRE, E., La España Medieval. Madrid: Istmo, 1999.
GONZÁLEZ JIMÉNEZ, M., "Repoblación y repartimiento de Écija" en Actas del I Congreso sobre Historia de Écija. Bimilenario Colonia Augusta Firma Astigi. Tomo I. Écija: Ayto. de Écija, 1988.
SANZ FUENTES, M.José, "Repartimiento de Écija. Estudio y edición" en Historias. Instituciones. Documentos. 3. Sevilla: Universidad de Sevilla, 1976. 

martes, 3 de enero de 2017

La extensión de Astigi

"En este pueblo levantas cuatro piedras y te encuentras un mosaico". Esta frase (en sus distintas versiones) no es más que una exageración que tiene como base la realidad de la riqueza arqueológica del suelo donde se alza hoy en día la ciudad de Écija. La pregunta ahora es cuál fue la extensión de la Astigi romana, qué parte de la actual Écija hunde sus cimientos sobre la colonia augusta,...Según Rodríguez Tremiño, la ciudad romana ocuparía unas 66 hectáreas. Como en otras ciudades romanas, la topografía de Astigi era prácticamente llana, con la excepción del Cerro del Alcázar, limitada por dos cauces fluviales, el Singilis (río Genil) en el este y el arroyo Argamasilla al sudoeste. Las mismas características coinciden en Cesaeraugusta (Zaragoza), Emerita Augusta (Mérida) o la más cercana Híspalis (Sevilla).

Calzada romana en calle Fernando Labrada
Calzada romana en c/Fdo.Labrada | Foto: Romero-Carrasco, 1993, op.cit
Para delimitar el contorno de Astigi, en un principio se tomó como referencia la muralla que rodea a la ciudad. Sin embargo, testimonios literarios recogen la destrucción de la antigua cerca romana en el siglo X por Abderramán III, como castigo a la rebelión de la ciudad contra Córdoba. A pesar de ello, al este y al norte coincidirián los límites de la urbe. En el sector oriental, en la calle la Puente se han encontrado restos de vivienda en el lado más alejado del río que no aparecen en el lado contrario y que, por tanto, parecen demostrar que aquí terminaba la ciudad. En la zona de la Calzada, el núcleo se expandió en los siglos II y III en paralelo a la calzada que salía de la ciudad en dirección a Mérida.

En la zona occidental, los límites no coinciden con Puerta Cerrada sino que van más allá, hasta la calle San Juan Bosco, lo que reduciría la enorme distancia que en otras hipótesis quedaba entre la ciudad y el anfiteatro. Los hallazgos de lápidas y tumbas en la calle del Carmen y en la Avenida de los Emigrantes confirman esta extensión. Por último, hacia el sur, la ciudad crecería hasta el arroyo aunque es poco probable que esto ocurriera desde el momento fundacional. Más bien, fue fruto de la expansión de los siglos II y III. Al otro lado del cauce, en la zona hoy ocupada por la Avenida Cristo del Confalón, se edificarían villas suburbanas.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
RODRIGUEZ TEMIÑO, José Ignacio, "Notas acerca del urbanismo de la colonia Augusta Firma Astigi" en Actas del I Congreso de Historia de Écija. Écija: Ayuntamiento de Écija, 1988 
ROMERO PAREDES, C. y CARRASCO GÓMEZ, I. (1993b): “Excavación arqueológica en c/ Fernando Labrada s/n. de Écija (Sevilla)”en AAA’93.III, 736-741.
SAÉZ FERNÁNDEZ, P., ORDOÑEZ AGULLA, S., GARCÍA VARGAS, E., y GARCÍA-DILS DE LA VEGA, S. Carta Arqueológica Municipal de Écija. Junta de Andalucía. Consejería de Cultura, 2004.