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miércoles, 1 de julio de 2015

El Pósito del Pan de Écija

El Pósito de Pan tenía como cometido regular el precio del cereal (especialmente del trigo), evitando la escasez o el aumento de los precios en los años de malas cosechas, y los desplomes de precios en los años de bonanza comprando los sobrantes. No era extraño que para ejercer su función actuara en ocasiones embargando las cosechas o ejerciendo el derecho de tanteo. Además, estaba obligado a renovar el trigo almacenado para que no se pasara, comprando el trigo nuevo y vendiendo el trigo viejo.

Para principios del siglo XVI, la ciudad de Écija contaba con un edificio destinado a Pósito del Pan en las inmediaciones de  Santa Bárbara. Sin embargo, parece que no reunían las condiciones más adecuada para su fin, comenzando por el ehecho de que el edificio no era propiedad del concejo sino que era arrendado por los herederos de Nuflo Ramírez Galindo, vecino de la villa de Madrid. Su cabida estaba en torno a las 3.000 fanegas, lo que provocaba la mala conservación del pan y de desabastecimiento, porque ante los problemas de mantenimiento se decidía vender antes de tiempo.

Iglesia de Santa Bárbara | Foto: iaph.com
Por lo ya citado y por otras causas, se decide construir un nuevo Pósito del Pan en Puerta Cerrada. La zona estaba viviendo en los últimos años un proceso de revitalización. Hasta entonces se había denunciado la existencia de un muladar (vertedero diríamos hoy) que constituía un foco de insalubridad, además de la mala imagen que daba pues se ubicaba junto a una de las puertas de acceso a la ciudad y suponía un perjuicio para las actividades mercantiles que se daban en la zona.

El nuevo edificio intentará mejorar todas las insuficiencias del existente en la collación de Santa Bárbara. Su cabida era bastante mayor. En realidad, si se cubría una parte del edificio podría alcanzar la cifra de 20.000 fanegas. Además, contaba con cámaras altas por lo que el pan no estaba en el suelo, lo que favorecía su conservación. Disponía de cerraduras y de un guarda, de lo que carecía el anterior y, al estar dedicada la parte baja a alhóndiga, los vendedores podían dedicarse a la venta e pan, harina y otros productos relacionados.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
YAGUEZ BOZA, Mª del Carmen: "Espacios económicos en Écija. Datos para su estudio" en Actas III Congreso de Historia de Écija. Écija en la Edad Media y Renacimiento. Sevilla: Universidad de Sevilla, 1993. pp. 403-420.  

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