- Personajes secundarios de la Pasión (V) -
Ecce Homo - Antonio Cesari |
El gobernador romano tuvo un papel esencial en el proceso a Jesús puesto que, aunque las autoridades judías podían impartir justicia, cuando se planteaba la ejecución de un reo, como ocurrió con Cristo, dependía directamente del prefecto. Las investigaciones sobre las acusaciones contra Jesús pusieron a Poncio Pilatos frente a un dilema: parecía evidente que las denuncias eran falsas y fruto de la envidia además de no suponer una amenaza para Roma, pero liberar al preso supondría un nuevo choque contra los judíos que volvían a poner en entredicho su gestión.
Hasta entonces, los años de Pilatos en Judea habían sido bastante turbulentos, con controversias que Pilato no siempre resolvió de modo pacífico. La exhibición de las insignias imperiales, el uso de fondos sagrados para construir un acueducto y, sobre todo, la violenta represión de la revuelta de los samaritanos habían salpicado de polémica la estancia de Pilato. Tras la muerte del Rabino, las protestas de las autoridades locales ante el gobernador de Siria, Luciano Vitelio, por su dureza en la represión de los samaritanos, hizo que fuera llamado a Roma por el emperador Tiberio. No obstante, llegó después de la muerte del emperador, cayendo en desgracia durante el imperio de Calígula. Aunque se habla de su suicidio en las aguas del Tíber, lo cierto es que se desconoce que ocurrió con el gobernador tras su regreso a Italia e incluso, en algunos escritos, se afirma su conversión al cristianismo acompañando a su esposa, Claudia Prócula.
EN NUESTRA SEMANA SANTA: Poncio Pilato forma parte de la escena evangélica de la Coronación de Espinas de la Hermandad de San Gil. La imagen, obra del escultor ecijano, Rafael Amadeo Rojas se incorporó en el proceso de transformación que vivió este paso en la década de los noventa. El gobernador romano más otras figuras secundarias sustituyeron a las anteriores en 1992.
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