El yacimiento arqueológico "Plaza de Armas" no deja de ofrecer nuevos regalos a la historia de Écija. El más reciente hallazgo tuvo lugar en mayo cuando se descubrió un mosaico de cuarenta metros cuadrados (ocho por cinco metros) en los que se recogen escenas relacionadas con los amores del dios Zeus. La calidad de la obra es innegable no sólo por técnicas utilizadas o dimensiones, sino también por los detalles iconográficos. El mosaico no se limita a representar escenas independientes sino que es un programa en el que cada parte contribuye a un todo.
Por el contexto y los materiales, el mosaico podría datarse hacia el siglo III, perteneciendo al pavimento de un triclinio o comedor de una vivienda particular perteneciente a un rico comerciante. No olvidemos que en aquella época Astigi abastecía de aceite de oliva a Roma y era un importante centro económico. Dentro del yacimiento, el descubrimiento se ha producido en las casas romanas documentadas al lado de la calle La Merced. Teniendo en cuenta que es la parte más alta de la ciudad, allí se situarían las viviendas más relevantes aunque, según comenta el arqueólogo Sergio García-Dils, justo en la zona contraria, la más cercana a la iglesia de San Gil, se esperan otros hallazgos pues el nivel de conservación de las estructuras y de las piezas es mayor.
La obra es de una gran calidad técnica, realizada con teselas ocres de terracota y de pasta vítrea, un material muy poco común, con la que se obtuvieron las tonalidades azules, naranjas y turquesas. Está compuesta por dos paneles principales, enmarcados por un esquema geométrico, formado por olas en todo el perímetro y por cenefas de trenzas y cubos en el lado suroeste. Según el arqueólogo parece que intervinieron varias manos y los artesanos intentaron darle a las escenas volumen, movimiento y detalles.
El centro de la pieza está ocupado por el "Rapto de Europa", y a su alrededor, escenas de "Leda y el Cisne", "Dánae y la Lluvia de Oro" o el "Rapto de Ganímedes". Estas escenas se combinan con referencias a las estaciones del año insertas en casetones y escenas báquicas, relacionadas con la vendimia. Conserva más del 90% de la iconografía original pero se va a someter a un proceso de restauración debido, en principio, a la irregularidad de la superficie en la que se apoya el mosaico. En realidad, son treinta personajes representados, intactos en doce de las quince escenas que componen el mosaico. La idea es restaurarlo en laboratorio y reforzar las estructuras para volverlo a colocar en su lugar original.
A finales de julio concluyeron las labores de extracción el mosaico que ha sido dividido en 32 piezas y ha sido trasladado al Palacio de Peñaflor. Según los restauradores David Asencio y Beatriz Taboada las malas condiciones, especialmente en la zona central, han hecho que el trabajo haya sido bastante largo. Se han desarrollado tareas de estudios de patología, limpieza del mosaico y estabilización de las teselas. La división en piezas se ha relizado aprovechando las grietas que presentaba y se estima en dos años el periodo de restauración, tiempo durante el que una lona con la impresión del mosaico ocupará su lugar.
El Rapto de Europa.
Zeus, un incansable conquistador, ha puesto sus ojos en Europa, hija de Agenor, rey de Tiro. Para raptar a la joven, el Dios se metamorfosea en un toro de facciones nobles para no infundir miedo en la mujer. En el centro de la escena del mosaico representa el momento en el que Europa, totalmente confiada, se sube a los lomos del bóvido que comienza a andar hasta perderse en el mar, ante la sorpresa de las amigas de Europa.
Danáe y la lluvía de oro.
Un oráculo había dicho a Acrisio, rey de Argos, que moriría a manos de un nieto. Por ello encerró a Dánae, su única hija, en una celda para evitar que se cumpliera la profecía. Sin embargo, Zeus se encaprichó de la joven y buscó la manera de aproximarse a la mujer. Se transformó en una lluvía dorada que, al caer sobre Dánae, la fecundó. Cuando Acrisio descubrió que su hija había dado a luz a Perseo, el temido nieto, encerró a madre e hijo en un cofre y los arrojó el mar, pero el mar se calmó y ambos se salvaron.
Aunque esto ya es otra historia, al cabo del tiempo Acrisio acudió a una competición de lanzamiento de disco sin saber que su nieto era uno de los participantes. Al lanzar Perseo, el disco fue golpeado por el viento y el objeto cayó sobre la cabeza de Acrisio.
Leda y el Cisne.
Leda, esposa de Tindáreo, caminaba junto a un río cuando se encontró con un cisne huyendo de un águila. Leda lo protegió y se dejó seducir por él, en realidad Zeus. Esa misma noche Leda hizo el amor con su esposo, Tindáreo. Como consecuencia, Leda - atención- puso dos huevos. De uno nacieron los hijos inmortales de Zeus: Pólux y Helena; del otro los hijos de Tindáreo: Cástor y Clitemnestra.
El centro de la pieza está ocupado por el "Rapto de Europa", y a su alrededor, escenas de "Leda y el Cisne", "Dánae y la Lluvia de Oro" o el "Rapto de Ganímedes". Estas escenas se combinan con referencias a las estaciones del año insertas en casetones y escenas báquicas, relacionadas con la vendimia. Conserva más del 90% de la iconografía original pero se va a someter a un proceso de restauración debido, en principio, a la irregularidad de la superficie en la que se apoya el mosaico. En realidad, son treinta personajes representados, intactos en doce de las quince escenas que componen el mosaico. La idea es restaurarlo en laboratorio y reforzar las estructuras para volverlo a colocar en su lugar original.
"Los Amores de Zeus", al detalle.
Zeus, un incansable conquistador, ha puesto sus ojos en Europa, hija de Agenor, rey de Tiro. Para raptar a la joven, el Dios se metamorfosea en un toro de facciones nobles para no infundir miedo en la mujer. En el centro de la escena del mosaico representa el momento en el que Europa, totalmente confiada, se sube a los lomos del bóvido que comienza a andar hasta perderse en el mar, ante la sorpresa de las amigas de Europa.
Un oráculo había dicho a Acrisio, rey de Argos, que moriría a manos de un nieto. Por ello encerró a Dánae, su única hija, en una celda para evitar que se cumpliera la profecía. Sin embargo, Zeus se encaprichó de la joven y buscó la manera de aproximarse a la mujer. Se transformó en una lluvía dorada que, al caer sobre Dánae, la fecundó. Cuando Acrisio descubrió que su hija había dado a luz a Perseo, el temido nieto, encerró a madre e hijo en un cofre y los arrojó el mar, pero el mar se calmó y ambos se salvaron.
Aunque esto ya es otra historia, al cabo del tiempo Acrisio acudió a una competición de lanzamiento de disco sin saber que su nieto era uno de los participantes. Al lanzar Perseo, el disco fue golpeado por el viento y el objeto cayó sobre la cabeza de Acrisio.
Leda y el Cisne. Leda, esposa de Tindáreo, caminaba junto a un río cuando se encontró con un cisne huyendo de un águila. Leda lo protegió y se dejó seducir por él, en realidad Zeus. Esa misma noche Leda hizo el amor con su esposo, Tindáreo. Como consecuencia, Leda - atención- puso dos huevos. De uno nacieron los hijos inmortales de Zeus: Pólux y Helena; del otro los hijos de Tindáreo: Cástor y Clitemnestra.
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