Poco o muy poco se conoce sobre el origen y las primeras décadas de la historia de la Iglesia en Écija, precisamente coincidiendo con la etapa en la que la antigua Astigi fue sede de un obispado. Escasos son los documentos que arrojan algo de luz sobre el periodo aunque Probo, Gaudencio, Pegasio o Crispín emergen como nombres vinculados a la primitiva sede episcopal, en ocasiones en fuentes documentales que los mencionan de pasada.
Es el caso de Pegasio del que apenas conocemos su nombre y poco más. No asistió al I Concilio de Sevilla en 590 según algunos por enfermedad, según la mayoría por tratarse en el sínodo asuntos que afectaban directamente a su diócesis, en relación con decisiones tomadas por su antecesor Gaudencio. Mediante varias epístolas enviadas por los asistentes a su "carísimo hermano Pegasio" sabemos que se habían liberado siervos de la Iglesia de forma irregular y que en la sede se habían producido ordenaciones ilícitas de hombres casados con viudas.
También fue convocado Pegasio al concilio más importante de la Iglesia de aquella época, el III Concilio de Toledo en el que Recaredo, vigente monarca del reino visigodo, renegaba del arrianismo para abrazar definitivamente el cristianismo católico. En aquella ocasión Pegasio tampoco había acudido a la reunión de obispos de la emergente Iglesia hispánica, haciéndolo en su nombre Servando un "diácono de la Iglesia de Écija, agente de mi Señor el Obispo".
No hay comentarios:
Publicar un comentario